Lencería Nerea es un ejemplo de saber hacer. La pasión por el sector y por el trato con el público, junto con una oferta basada en la moda y la calidad son las claves de su éxito. Su propietaria Nerea Lorduy Jiménez propone en su establecimiento una selección cuidada y original de prendas de moda íntima y baño, que se adapta a todas las edades. En julio cumplió 20 años.
Nerea Lorduy es la propietaria de Lencería Nerea en Bermeo (Vizcaya). Una localidad famosa por su industria conservera, su pescado, su costa y el carácter emprendedor de sus 18.000 habitantes. Se formó como Técnico Superior en Análisis Medioambiental y Control de Calidad, pero siempre se sintió atraída por el mundo de la moda.
Tras finalizar sus estudios comenzó como becaria en una importante empresa del País Vasco. “Me ofrecieron incorporarme a la plantilla como Técnico Superior de Control de Calidad. Tenía 25 años y durante el periodo de prácticas me di cuenta de que esta no era la profesión a la que me quería dedicar”.
Apertura de la lencería hace 20 años
Nerea dejó todo, rechazó el puesto de trabajo y decidió empaparse de información y de las necesidades del mercado para emprender su aventura en el mundo de la moda.
¿Por qué el sector de lencería y moda baño? Nuestra protagonista consideró que era un sector con potencial de crecimiento y que en su opinión contaba con una oferta cada vez más amplia. En este tema tiene que ver mucho el concepto que tiene del comercio. “En mis pesquisas, rápidamente comprobé que el sector de moda íntima y baño se trataba de una manera bastante “clásica”. Pensé que tenía una gran oportunidad de aportar novedades y una oferta más variada”.
“Mi familia contaba con un local en Bermeo. Decidí decorarlo a mi gusto y convertirlo en Lencería Nerea, en el año 2001. Aquí he permanecido hasta el pasado año”.
Con tan solo 25 años, inauguró Lencería Nere. Desde el principio, tuvo la idea de trasladarse a un local más céntrico. “Pasó el tiempo y el negocio fue creciendo. Al final, me quedé casi 19 años en el mismo local”.
Cambio de ubicación en plena pandemia
En sus inicios, Nerea recuerda lo diferente que era el sector. “Marcas como Belcor, Gemma o Intima Cherry eran líderes. Era impensable no contar con ellas en la lencería”. Firmas que ahora le parecen obsoletas, teniendo en cuenta la evolución de la oferta. De cualquier manera, a los 3 años decidió prescindir de ellas y apostar por “cosas diferentes”. “Siempre quise que mi tienda respondiese a las necesidades y gustos de todo tipo de público. De todas las edades y poder adquisitivo”, explica Nerea.
El pasado año, en plena pandemia, nuestra entrevistada decidió trasladarse a una zona más céntrica en Bermeo. Eligió un local dúplex que transformó a su gusto. “Anteriormente era una zapatería muy bonita, pero la decoración era muy oscura”.
Ella otorga la máxima prioridad a la visibilidad del producto. “El blanco es el color que mejor destaca las prendas. Siempre digo que mi tienda es “toda blanca”. Tenía muy claro cómo quería decorarla”, comenta.
Lencería Nerea está ubicada desde hace casi un año en la Trake Kalea 2. Un local dividido en dos plantas de 50 y 40 metros cuadrados. La parte superior alberga el almacén. A pie de calle y con un bonito escaparate, la tienda destaca por su luminosidad y minimalismo. Los laminados de madera en tonos claro del suelo reflejan el estilo de su dueña.
Escaparates minimalistas cada 10 días
El escaparate es sin duda uno de los elementos que Nerea cuida especialmente. “Siempre los he montado yo. Al principio eran muy “lenceros”, con composiciones muy alargadas e incluso recargadas”. En cambio, ahora, Nerea ha simplificado mucho más la manera de decorar la herramienta de venta más valiosa en una tienda.
“En el nuevo local dispongo de dos bonitos maniquís y un par de percheros básicos. He optado por composiciones más minimalistas y expongo menos artículos para que se aprecie mejor la mercancía”. Eso sí, nuestra protagonista otorga un papel fundamental al escapartismo. “Lo que me lleva más tiempo es elegir las prendas. Cuando ya tengo una idea clara empieza el trabajo de planchar y dejar todo impecable”.
Cuando se cambió de local, Nerea apostó por incorporar plantas y flores. “Ahora lo tengo un poco abandonado por falta de tiempo, pero me tengo que poner en marcha otra vez”.
En Lencería Nerea se cambia el escaparte cada semana; como máximo cada diez días.
Dedicación permanente
De nuestra larga charla con Nerea destacaríamos su entusiasmo a la hora de tratar cada una de las cuestiones que le planteamos.
Nos explica que lo primero que hace a las 7 de la mañana es empaparse de todas las novedades que le ofrece Internet. Visita infinidad de páginas y blogs de moda con el objetivo de conocer los últimos lanzamientos. Es consciente de que el éxito de su tienda se debe a su dinamismo a la hora de apostar por nuevas marcas. “Eso sí, siempre teniendo en cuenta el perfil de mis clientes. Mi filosofía radica en ofrecer marcas y productos que se adapten a todos los cuerpos, edades y bolsillos”.
En ocasiones reconoce “enamorarse” de una determinada propuesta, “pero si es demasiado elevada de precio, me contengo. En ocasiones adquiero un pequeño número de prendas porque siempre hay alguien que lo querrá. Intento encontrar propuestas similares, con concepto moda, pero siempre con calidad y que se adapten a mi cliente”.
Desde los 14 hasta los 100 años
Comenta orgullosa que en su lencería viste a mujeres y caballeros de todas las edades. Destaca también el gran reto que supone captar al público más joven. Se refiere a las jovencitas de 14,15 o 16 años. “Atraerlas con una propuesta divertida, original y diferente de lo que habitualmente compran en las grandes cadenas, es muy difícil”. Pero Nerea lo ha conseguido y se siente especialmente satisfecha. “Siempre tengo muy en cuenta las últimas tendencias que gustan a las adolescentes e intento seducirlas con prendas diferentes y más exclusivas”.
Un reto que demuestra una vez más lo importante que es arriesgar. Nerea considera que no hay que ser cortoplacista. “Hay que atreverse y tener paciencia. Es fundamental darlo a conocer y acabar atrayendo a tu tienda a todo tipo de público”.
En este sentido, al preguntarle sobre su diferenciación frente a otras tiendas en Bermeo y alrededores, Nerea responde: “La moda. Tengo una oferta muy de tendencia. No solo eligiendo marcas sino también optando por los productos más actuales dentro de cada colección. Valoro especialmente el patronaje y la calidad. Los tres puntos son fundamentales sin olvidar un precio adecuado”.
El perfil de cliente en Lencería Nerea es muy variado. Nerea reconoce que uno de sus fuertes es la fidelidad de la clientela. “A veces pienso que son hasta demasiado fieles. Creo que tiene que ver con la manera de atender en los pueblos”.
En nuestra opinión, su éxito se debe a su profesionalidad, pasión y dedicación. No en vano, Nerea confiesa que se sabe de memoria todas las tallas de sus clientes. “En ocasiones he pensado en hacer fichas, pero sinceramente tengo apuntado en el dietario lo que compraron en otras ocasiones y lo tengo todo en la cabeza”.
También nos cuenta con orgullo que no ha tenido ni un solo problema con un cliente en 20 años.
Por supuesto que se encuentra con todo tipo de consumidores. “Algunas veces entran personas que no conocen la tienda. Les dejo su tiempo, pero en cuanto les sugiero o muestro alguna prenda, la frialdad se esfuma”.
Su “fama” ha traspasado Bermeo. Su dinamismo en las redes sociales ha dado sus frutos.
“Cada vez observo que viene más gente de otras localidades cercanas. En las últimas semanas he tenido clientas de Barakaldo, lo cual me ha sorprendido mucho teniendo en cuenta la mayor oferta de que disponen”. A su tienda acuden también cada temporada personas que viven en Bilbao y veranean en Bermeo.
Redes Sociales como imagen de marca
Esta emprendedora vasca es consciente de la importancia de ampliar el público en su lencería. No solo en número sino también en edades y estilos. En este sentido, reconoce su empeño en actualizar diariamente los contenidos en las redes sociales.
Facebook fue la primera red a la que se incorporó Lencería Nerea hace unos 9 años. Desde hace 5 años está también presente en Instagram. Nerea reconoce que interactúa durante todo el día con sus fans. “Las utilizo como imagen de la tienda. Cuelgo posts con las novedades que llegan cada día. Por ello, valoro la calidad del material de imagen que me proporcionan las marcas. Creo que es muy importante para atraer al consumidor”. De hecho, este es un punto que Nerea valora especialmente a la hora de elegir una marca.
A través de Instagram mantiene comunicación con sus clientes habituales y potenciales: “da igual la hora del día, siempre respondo. En ocasiones me piden que les guarde una prenda que han visto, en otras me preguntan sobre las características, el precio, los colores…”.
No cuenta todavía con página web propia, por falta de tiempo, pero las redes realizan esta función. Además, Lencería Nerea está presente en la recién estrenada Plataforma EUP lanzada por el Gobierno Vasco para vender online.
Oferta con mucha moda
En Lencería Nerea encontramos una oferta de corsetería, ropa interior, calcetería, lencería de noche y moda baño para señora y caballero.
Nerea está atenta a las novedades del mercado. “Siempre a la caza de nuevos productos, tesoros, con mucha moda, que se diferencien de lo que se vende en el resto de las tiendas”.
En corsetería comercializa principalmente tres marcas: Selmark, Gisela y Lingadore. En braguitas acaba de recuperar la firma Variance. En Lencería de noche cuenta con Egatex, Señoretta, Gisela, JJ Brother, Lingadore o Impetus, entre otras. Las líneas deportivas de Señoretta Active, Selmark y Gisela le funcionan muy bien.
Vende también calcetines con dibujos y estampados originales de casas españolas y extranjeras. En ropa interior para caballero confía en Impetus.
Nuestra protagonista destaca la variedad, originalidad y calidad de las marcas portuguesas. “Me fijo mucho en sus propuestas y cada vez incorporo más firmas en todos los segmentos”. Es el caso de las marcas de baño DCK o Sal de Pipa, entre otras.
La moda baño es uno de sus fuertes. Bañadores, bikinis y todo tipo de complementos como vestidos, kaftanes, monos, pareos, camisolas y capazos, siempre novedosos para atraer a sus clientes. Entre sus preferidas encontramos Sal de Pipa, Antica Sartoria, Lingadore, Banana Moon, Livia, Dolores Cortés, Selmark, DCK, etc.
Adaptación al milímetro
Más que marcas, Nerea busca originalidad, calidad de los materiales, buena caída, patronaje y, también, un excelente servicio al cliente. Una combinación que, en su opinión, “nunca falla”.
En muchas ocasiones, las mujeres entran atraídas por el escaparate. “Desde su entrada en la tienda, yo ya sé que esa prenda no es la adecuada. Les propongo otras que se adaptan mejor. Puedo pasar mucho tiempo en el probador con ellas. Para mí, es prioritario que se lleven siempre lo que les sienta bien”.
De hecho, comenta que a veces insisten en llevarse una prenda que no les sienta bien. “Me niego a venderla y luego encontrarme con ellas por Bermeo, viendo que yo les vendí algo que no es lo adecuado”. Además, Nerea realiza arreglos personalizados. “Toda prenda que sale de mi tienda tiene que quedar impecable. Cuento con una costurera de confianza. Ruth me acompaña desde hace años para conseguir que cada bañador, bikini, sujetador o vestido luzca como si estuviese hecho a medida”.
Una pandemia «muy movida»
Este último año ha sido especialmente dinámico para Nerea. “Me da incluso vergüenza decir que yo no he parado durante la pandemia”. Una situación en la que ha tenido que acercarse aún más a sus clientes dentro de Bermeo.
“He trabajado muy bien durante estos meses, repartiendo a domicilio los encargos que las vecinas de Bermeo realizaban por Instagram o por teléfono, y me pagaban por Bizum”.
Al principio de la pandemia, no existían aún protocolos para la desinfección. “No se sabía aún cómo se transmitía el virus. Leyendo en internet comprobé que en países como Dinamarca, donde el comercio estaba abierto, aislaban las prendas durante varios días después de probarlas. Empecé a ventilar durante mínimo 5 días los artículos. Además, compré un producto para desinfectar y una plancha de vapor”. Sus clientes le pedían especialmente pijamas y prendas de baño para tomar el sol en las terrazas de sus casas.
La vacunación ha dado paso a un contexto de mayor normalidad. En el inicio de la apertura, Nerea observaba cierto recelo a la hora de entrar en su establecimiento. Ahora las cosas se han estabilizado.
El precio siempre importa
Le preguntamos si ha observado algún cambio en los hábitos de compra o si el cliente se fija aún más en el precio. Nerea Lorduy comenta, “el precio siempre importa. No es algo que se haya modificado por causa de la pandemia. Lo importante es contar con una propuesta atractiva y variada”.
Su experiencia le ha enseñado que el 80% de sus clientes adquieren pijamas de entre 35 y 65 euros máximo. En moda baño, tiene claro que, si la prenda es de calidad y gusta mucho, su cliente puede pagar hasta 95 euros. “A partir de estos precios, como ejemplo, la venta se complica mucho”.
En el tema de los descuentos y promociones, Nerea es clara. “No suelo aplicar descuentos en temporada”. Además, y especialmente en verano, Nerea introduce nueva mercancía en plena temporada para contar con una mayor y mejor oferta.
Este es uno de los motivos por los que la campaña de rebajas no funciona como tal en muchos casos. “Comienzo con un descuento del 20% tanto en invierno como en verano. En la moda baño aplico rebajas en la segunda semana de julio en determinadas prendas o tallas sueltas. En realidad, cuando comienza la campaña son muy pocos los bañadores o bikinis que me quedan en stock”.
Una digna heredera
Nuestra protagonista es además ama de casa y madre de familia. Tiene dos hijos, Aimar de 13 y Lorea de 11 años. “A mi hija le encanta la moda. Es una apasionada. En ocasiones viene a la tienda. Le encanta ver como mis clientas se prueban las prendas y siempre da su opinión”.
De hecho, Nerea está convencida que, en menos cuatro años, su hija Lorea le acompañará a las ferias y showrooms que visita. “Ella se apuntaría ya, pero todavía es muy pequeña”.
Además de Internet, Nerea suele acudir a ferias y eventos del sector. Ha viajado en algunas ocasiones a las ferias del sector de París, Florencia y a Momad en Madrid. “Es una ocasión perfecta para conocer nuevas marcas y empaparme de las tendencias”.
Lencería Nerea es mucho más que una tienda de moda íntima y baño. Es el reflejo del saber hacer y la pasión de Nerea Lorduy que se ha convertido en la mejor carrera de su vida.