La irrupción de la pandemia ha afectado especialmente al sector textil en España. Según datos de Dipcom Corporate, los puestos textiles pueden llegar a reducirse en un 50% hasta los 100000. Se prevé una importante reestructuración del sector en la que predominarán los grandes players.
La falta de clientes y las pérdidas económicas que arrastran las empresas del sector textil desde el inicio de la pandemia, se traducen en una caída de los ingresos en torno al 40% en tiendas físicas. El descenso alcanza el 25% en la facturación en su conjunto. Esta es una de las conclusiones de la consultora Dipcom Corporate que augura una reducción de las empresas del sector de dos tercios de las 51000 registradas a finales de 2019. Además, el sector podría finalizar 2021 con tan solo 100000 puestos textiles, frente a los 200000 existentes a principios de 2020.
“El textil lleva varios años en crisis en España y la pandemia ha agudizado la difícil situación que ya atravesaban empresas como Dolores Promesas, Tuc-túc o Pili Carrera”, explica el CEO de Dipcom Corporate, Igor Ochoa.
Reagrupación del sector
Las restricciones en la actividad comercial por el Covid-19, la reducción al mínimo de eventos y las inclemencias del tiempo han perjudicado las ventas en la campaña de rebajas. “En este escenario, las marcas con las tiendas físicas que ya estaban tocadas con un endeudamiento elevado han sucumbido a los fondos de inversión y grupos empresariales que buscan oportunidades para adquirirlas”, explican desde Dipcom. El objetivo es reagrupar a las grandes empresas del sector español.
El estudio prevé que a partir del segundo semestre del próximo ejercicio se llevará a cabo una reestructuración del sector. “Se producirá un alto número de compras y el sector quedará distribuido en grandes players, algunas medianas empresas y un número reducido de pequeñas empresas”, explica Ochoa quien estima que no será hasta 2022 cuando las empresas textiles experimenten una leve recuperación.
Impacto de la crisis por Comunidades
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las comunidades donde se han pérdido más empresas textiles han sido Extremadura, Comunidad Valenciana e Islas Canarias.
Cantabria, Navarra y Cataluña son las comunidades en las que menos compañías del sector se han visto obligadas a cerrar sus puertas.
