Bajo su nuevo nombre, el SCRAP Re-Viste lanza su primera prueba piloto el próximo mes de abril, con la colaboración de FEMP, que supervisará y monitorizará su correcta implementación. Un proyecto que supone un paso importante para reunir a todos los actores clave y trabajar de manera conjunta en la creación de un sistema eficiente y sostenible, para la recogida de textil y calzado. Posteriormente, se realizará una guía de recomendaciones.
Re-Viste lanza su primera prueba piloto para la recogida de residuo textil y de calzado en España. El inicio de esta prueba arrancará en abril de 2025 y servirá para evaluar la efectividad y operatividad del sistema. La Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado está formada por Decathlon, El Corte Inglés, H&M, Ikea, Inditex, Kiabi, Mango, Primark, Sprinter/JD y Tandem.
Prueba piloto en abril
La presentación del nuevo nombre de la SCRAP tuvo lugar en la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Un encuentro en el que instituciones y expertos aprovecharon para abordar las oportunidades, desafíos y avances en este nuevo sistema de gestión circular de textiles y calzado en España.
Se anunció también la puesta en marcha de la primera prueba piloto. Ésta será supervisada por el Comité de Seguimiento, compuesto por el Grupo de Trabajo del Residuo Textil de la FEMP y Re-Viste. Se realizará en seis municipios representativos de los diferentes entornos sociodemográficos: dos urbanos, dos rurales y dos semiurbanos. Los seis suponen una población total aproximada de 300.000 habitantes.
“Desde la fundación de la asociación en 2023, nuestro objetivo ha sido siempre posibilitar la transición hacia un modelo más eficaz en la gestión de estos residuos; y este piloto nos ayudará a avanzar en esa dirección”, destacó el director general de Re-Viste.
Compromiso y colaboración
Por su parte, Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del MITECO aseguró que “el SCRAP es una herramienta clave para avanzar hacia la circularidad y una gestión responsable. Para lograrlo, el sector necesita el compromiso y la colaboración de muchos actores; son los productores, los ayuntamientos, entidades locales, los recicladores y finalmente, los consumidores, quienes tienen el poder de transformar el ecosistema. El SCRAP debe ser un instrumento para avanzar en la circularidad con transparencia, asegurando una gestión eficiente y sostenible”.
Duración de un año
Con el programa piloto se analizarán diversas opciones para la recogida de textiles. El fin es implementar un sistema eficiente que se adapte a diferentes contextos municipales. Las vías de recogida incluirán la instalación de contenedores específicos en la vía pública y en puntos limpios municipales. Además, se habilitarán puntos de recogida en espacios privados como centros comerciales, tiendas, colegios y parroquias, ampliando la red de recolección a diferentes entornos y facilitando la participación ciudadana.
Una vez recogidos, los productos textiles serán transportados a plantas de clasificación; allí se evaluarán siguiendo el principio de jerarquía del residuo. Los artículos que se encuentren en buen estado se destinarán a la venta en tiendas de segunda mano. Aquellos que no estén en disposición de ser reutilizados, serán clasificados en función de su composición (como algodón o poliéster) para facilitar su posterior reciclaje, con el objetivo de transformarlos en nuevos tejidos.
La duración estimada del proyecto es de un año. Posteriormente, se pretende elaborar una guía de recomendaciones que recogerá las buenas prácticas identificadas, para ofrecer a los entes locales herramientas y orientaciones que les permitan implementar con éxito la recogida selectiva de textiles en sus territorios. https://re-viste.org/