Letizia Brunate dama del calzado italiano cumple 104 años

Letizia Brunate, empresaria y dama del calzado italiano cumple 104 años, hoy 3 de octubre. Una mujer con una historia fascinante que sigue al pie del cañón en Calzaturificio Brunate. Tras el fallecimiento de su padre, con tan solo 19 años, lideró la empresa de calzado gracias a su tesón, profesionalidad y visión. Vivió una dictadura, una guerra mundial, el incendio de la fábrica, y siempre consiguió salir adelante con éxito. La compañía celebrará su 100 aniversario en 2026.

Letizia Brunate dama del calzado italiano cumple 104 años. Una mujer que dirigió Calzaturificio Brunate desde los 19 años y sigue al pie del cañón hoy. A pesar de todas las vicisitudes vividas en casi un siglo, doña Letizia se enfrentó con valentía y optimismo a cada situación. Su sueño ahora es celebrar con salud el 100º aniversario de Calzaturificio Brunate en 2026.

100 empleados y 7 hermanos

Doña Letizia Brunate nació el 3 de octubre de 1920. En 1939 empezó a trabajar en la empresa justo después del fallecimiento de su padre. Era la mayor de 7 hijos. En ese momento, la fábrica contaba con 100 empleados y estaba especializada en calzado infantil.

A los pocos años, “el gobierno italiano tomó la decisión de aliarse con la Alemania nazi. Se introdujeron las leyes raciales que perjudicaron a muchos de nuestros proveedores, sobre todo de piel y cuero, así como agentes comerciales y comerciantes. Fue verdaderamente difícil trabajar en ese periodo”, recuerda la Sra. Brunate, quien recibió fuertes presiones para dejar de trabajar con sus proveedores. “¡Pero yo resistí!”, afirma con orgullo. Todo gracias a la excelente relación con ellos y a la firmeza de sus principios.

Al finalizar la guerra y tras el periodo de la liberación, Italia comenzó a vivir una etapa de “boom” del consumo entre las familias.

Cambios por la Guerra Mundial

Con la irrupción de la guerra, la empresa que se encuentra en la autopista que va de Milán a Suiza fue ocupada por los militares americanos durante el periodo de la liberación. “En consecuencia, nos obligaron a trasladar toda nuestra maquinaria y personal a una fábrica más pequeña. Esta situación nos obligó a reducir la actividad, pero no paramos de trabajar ni un solo día”, relata.

En 1949, un terrible incendio destruyó toda el área de producción de Brunate. “A pesar de ello, no perdí el ánimo, y gracias a la ayuda de nuestros proveedores que nos dieron crédito, a nuestra mujeres y hombres en la fábrica, y a nuestros más queridos clientes que nos pagaron por adelantado, conseguimos superar esta situación”.

Entre mayo y octubre de 1945, su hermano, que servía en el ejercito italiano, fue llevado por las fuerzas aliadas al campo de concentración de Coltano, en Toscana. Al finalizar la guerra y tras el periodo de la liberación, Italia comenzó a vivir una etapa de “boom” del consumo entre las familias.

Letizia Brunate recuerda cómo a partir de ese momento la empresa retomó por fin su ritmo habitual. Coincidió además con la incorporación de dos de sus hermanos a la empresa.

La gran “familia” Brunate

Pero, en 1949, un terrible incendio destruyó toda el área de producción de Brunate. “A pesar de ello, no perdí el ánimo, y gracias a la ayuda de nuestros proveedores que nos dieron crédito, a nuestra mujeres y hombres en la fábrica, y a nuestros más queridos clientes que nos pagaron por adelantado, conseguimos superar esta situación”, explica con emocionada y agradecida.

Todos estos grandes apoyos, que reflejan la relación que Doña Letizia tenía con todo su entorno, la planta de producción fue reconstruida. A partir de aquí, la empresa retomó e incluso incrementó su actividad.

Desarrollo de la empresa y reconversión

“Vivimos una fase de continuo desarrollo. Nuestras fábricas empleaban a 250 trabajadores y producíamos 2.000 pares de calzado al día”. Las colecciones de Brunate eran muy apreciadas en Italia y en algunos países europeos. Además, la Sra. Brunate recuerda cómo la industria de calzado italiana se convirtió en referente de calidad y diseño a nivel mundial.

Otro momento muy delicado llegó con la crisis del petróleo en 1973. Pero peor fue la crisis en los nacimientos de los años 80. “Sin duda, estos momentos representaron grandes retos y nos obligaron a asumir importantes cambios. “Junto con mis hermanos, tomamos la decisión de reconvertir la producción e introducirnos en el segmento de calzado para mujer. También fue el momento en el que comenzamos nuestra internacionalización”, afirma doña Letizia.

La llegada de la tercera generación

Un momento especialmente gratificante para nuestra protagonista fue la incorporación a la empresa de sus sobrinos. “Llegaron en la década de los 90 y se unieron con nosotros con el mayor de los entusiasmos”.

En la actualidad, “con casi 104 años, soy el único miembro de la segunda generación de la familia que acude cada día a la empresa. Si no pudiese hacerlo, creo que estaría ya muerta”, afirma con determinación.

Una mujer adelantada a su tiempo

Doña Letizia reconoce que ser mujer, y tan joven, fue bastante difícil al principio. “Quizás el secreto ha sido comportarme y reaccionar siempre como lo hacían los hombres. No tenía miedo de enfrentarme con proveedores, clientes, bancos e instituciones de cualquier tipo”.

Al preguntarle sobre las dificultades para una mujer de bandera en un mundo de hombres, doña Letizia se remonta de nuevo al momento del incendio en la fábrica. “Al día siguiente me fui a pedir un crédito al banco para reconstruirlo todo. Me di cuenta de que me lo negaron por ser mujer y con menos de 30 años. No confiaban en que siendo mujer conseguiría reconstruirlo todo. Pero yo seguí adelante visitando otros bancos hasta que conseguí la financiación necesaria. Hoy, por suerte, se ha conseguido una cierta igualdad”, subraya.

Para ella, lo más importante ha sido siempre cumplir con la promesa que le hizo a su padre el día que murió. “He dado todo de mí misma para sacar adelante la empresa hasta que mis hermanos varones me pudieron acompañar”.

Los oficios y la artesanía

Otra de las claves de su éxito es su confianza en la fuerza de las personas, “en su capacidad de aprender un oficio. Y yo digo siempre a nuestras mujeres y hombres de mayor edad que tengan paciencia con los jóvenes. Deben intentar transmitirles las habilidades que han adquirido durante toda su trayectoria laboral. Estas son el verdadero patrimonio de la compañía. Es esta la manera de pensar que da un sentido a lo que hacemos”.

Doña Letizia está convencida de que debemos enseñar a los jóvenes a utilizar de nuevo sus manos. “Cuando era joven, y durante tantos años después, en las familias se enseñaba el corte y el cosido de los tejidos. Se trabajaba el punto en casa para elaborar trajes y zapatos. Hoy en día los jóvenes solo son capaces de utilizar las manos para usar su móvil. Este es el verdadero problema para la fabricación. Sin embargo, tengo fe en el futuro”.

El sueño de Letizia Brunate

Y, ¿Cuál es la función que más le gusta desarrollar en la empresa? Doña Letizia no duda un minuto en responder: “poder seguir viniendo todos los días a la empresa a mi edad, saludar a nuestros colaboradores, escuchar las novedades de los mercados y ver cada temporada las nuevas colecciones. Me encantaría poder festejar con salud el 100º aniversario de Calzaturificio Brunate en 2026. ¡Este es mi sueño!”. https://www.brumate.com/