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¿Mantener o recortar el consumo?

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Los consumidores españoles se dividen entre mantener o recortar el consumo. El 51% opina que reducirá su nivel de consumo frente al 46% restante prevé mantenerlo. La principal causa es la preocupación por la inflación. Además, en los últimos meses empeora la valoración del momento para realizar compras. La moda será uno de los sectores menos perjudicados según datos de Kantar.

¿Mantener o recortar el consumo? Esta es la principal cuestión que los consumidores se plantean ante el contexto actual según la segunda edición 2022 del Informe Perspectivas del Consumidor realizado por la Kantar. Por vez primera desde 2012, el porcentaje de consumidores que reducirá sus niveles de compra, 51%, es superior al que manifiesta que lo mantendrá, un 46%.

Inflación, conflicto bélico y Covid

Según la autora del estudio, Teresa Ledesma de Kantar, “el impacto continuo de las nuevas crisis, Ucrania e inflación, junto con la permanencia de la situación Covid, comienzan a hacer mella en la confianza de los consumidores. Ya estamos observando efectos en las perspectivas económicas a largo plazo. Sin embargo, todo lo que tiene que ver con la situación personal actual (siempre que no esté referido a precios), se mantiene bastante estable. Continúa presente la idea, o el deseo, entre los consumidores de que esto puede ser un episodio que no altere el panorama de fondo”.

Los consumidores se han visto “asaltados” por el brote de inflación. Esto presagia, según el informe, una contracción del consumo. Esta se produciría posiblemente en los productos y servicios vinculados al hogar y la vida diaria. Sin embargo, la valoración del momento para los gastos de ocio se ha erosionado menos de lo esperado.

Por el momento, la idea de una recesión económica a corto plazo no ha parece preocupar aún al consumidor. Controlar o reducir el consumo no implica por ahora para la mayoría, un frenazo en la economía.

La moda, un sector menos afectado

Según el informe, los segmentos que se verán más afectados son el ocio, la restauración, los cines, la compra de vivienda y las vacaciones. En el lado menos perjudicado encontramos la moda, la alimentación, los artículos de droguería y el mobiliario.

El temor a una caída en los ingresos familiares tampoco se refleja aún. Uno de cada ocho entrevistados no ve peligrar su empleo en los próximos seis meses. Un tercio de ellos cree que el empleo se va a mantener sin grandes cambios.

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