Bucarest ha sido el escenario elegido por los interlocutores europeos para trabajar hacia una sostenibilidad competitiva de los sectores TCLF. Más de 80 personas se reunieron del 28 al 29 de marzo para debatir sobre cómo las industrias de textil, confección, cuero y calzado (TCLF) del sudeste de Europa puedan hacer la transición a industrias más sostenibles y, además, competitivas. Como resultado, los participantes firmaron la Declaración de Bucarest para fortalecer su compromiso y trabajo conjunto por un futuro para empresas y trabajadores.
Hacia una sostenibilidad competitiva para las empresas del sudeste de Europa ha sido el tema central de la conferencia internacional celebrada en Bucarest a finales de marzo. Los interlocutores sociales europeos han firmado una declaración conjunta por la que se comprometen a apoyar conjuntamente las industrias TCLF sostenibles y competitivas. Prima también el compromiso para trabajar por unas condiciones de trabajo dignas en la región.
Proyecto de diálogo social
Interlocutores sociales, expertos en el sector y otras partes interesadas forman parte de un proyecto en curso de diálogo social de la Unión Europea. Este proyecto se centra en transformar los sectores de textil, confección, cuero y calzado (TCLF) del sudeste de Europa en industrias sostenibles. Todo ello en un contexto global desigual, con altos costos de energía, una mano de obra antigua y difícil de remplazar debido a la falta de atractivos entre la población más joven; además de las prácticas de compra desleales por parte de las principales marcas y una creciente presión sobre los salarios.
Peso de los sectores
Los sectores TCLF tienen un importante peso en las economías del sudeste de Europa ya que dan empleo a 400.000 trabajadores. La Estrategia para los Textiles Sostenibles de la UE obliga a que todos los productos TCLF sean “sostenibles” en 2030. De aquí la urgencia para que estas industrias se transformen.
La conferencia de Bucarest supone un gran paso delante de cara al futuro sostenible y competitivo de estas industrias, sin olvidar la consecución de unas condiciones de trabajo dignas.
Luc Triangle, secretario general de industiALL Europe comentó: “Los sindicatos insisten en que la transición hacia industrias TCLF más sostenibles en el sudeste de Europa se gestione de forma socialmente responsable. La transición solo será sostenible y justa si cumple con las necesidades de las personas y el planeta. Para nosotros, esto significa garantizar que ningún trabajador se quede atrás en las transiciones verde y digital. El hecho de que salarios en las industrias TCLF estén entre los más bajos de Europa, hace que sea ya el momento de trabajar hacia una industria transformada con mejores condiciones laborales y salarios para los trabajadores”.
Llamamiento a los gobiernos
La Declaración de Bucarest hace un llamamiento conjunto a los gobiernos nacionales. Les piden que fortalezcan sus políticas industriales de la mano de los interlocutores sociales. Solicitan también un claro apoyo a la innovación y la digitalización.
En este sentido, Dirk Vantyghem, director general de Euratex, hizo hincapié en los cuatro aspectos fundamentales. “En primer lugar, las autoridades nacionales deben reconocer la importancia estratégica de todo el sector. En segundo lugar, debemos asegurar un mejor diálogo entre empresarios, trabajadores, marcas y autoridades. En tercer lugar, las empresas deben repensar su modelo de negocio, centrándose en la sostenibilidad, la calidad y la creatividad. Por último, necesitamos asociaciones empresariales más fuertes, que puedan apoyar y representar a las empresas textiles frente a actores nacionales e internacionales”.
Atraer a trabajadores
En la actualidad, uno de los grandes problemas en estos sectores es la falta de personal cualificado. Además, las generaciones jóvenes no se sienten atraídas por trabajar en unos sectores mal pagados y poco atractivos. Este tema fue tratado durante la conferencia en una mesa redonda. En ella, se debatió sobre posibles acciones para conseguir que estudiantes, familias y la sociedad en general comprendan las oportunidades de optar por una carrera profesional en los sectores TCFL. Para ello es necesario conseguir unas buenas condiciones de trabajo y, sobre todo, salarios dignos.
Con la firma de la Declaración de Bucarest, los interlocutores sociales se comprometieron a trabajar con las autoridades y las instituciones educativas para proporcionar los medios necesarios. Todo ello con el objetivo de atraer, formar y/o volver a capacitar a los trabajadores, incluso a través del apoyo concepto del Pact of Skills para las TCLF de la UE.
Por su parte, Gustavo González-Quijano, secretario general de COTANCE, comentó: “Los interlocutores sociales de la UE del ecosistema TCLF han hecho su parte al movilizar sus filas en Bulgaria, Rumania, Croacia, Serbia y Macedonia del Norte para enfrentar los desafíos del Acuerdo Verde. Ahora la pelota está en el campo de los gobiernos de estos países para apoyar su industria con estrategias efectivas que complementen la estrategia de la UE para el sector TCLF”.
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