Estados Unidos reacciona a la suspensión temporal de derechos adicionales a las importaciones de algunos de sus productos desde el 11 de marzo. La consecuencia supone la amenaza de este país a la Unión Europea para imponer un arancel del 25% a las importaciones europeas. Una decisión que afectaría especialmente al sector del calzado.
Las guerras comerciales que se han ido sucediendo durante el gobierno de Donald Trump e incluso antes han enfrentado a Estados Unidos y la Unión Europea. En octubre de 2020, la OMS otorgó a la administración Trump el derecho a imponer aranceles por 7.500 millones de dólares en bienes europeos. El 11 de marzo se publicó el Reglamento (UE) 2021/425 que establece que a partir del 11 de marzo de 2021 queda suspendida durante cuatro meses la aplicación del Reglamento (UE) 2020/1646, que impuso los derechos de aduana adicionales a ciertos productos originarios de Estados Unidos el 10 de noviembre de 2020.
Ampliación de la suspensión temporal
Esta suspensión, aunque es temporal, podría volver a aplicarse a partir del 11 de julio de 2021. Todo de pende de que los negociadores de Estados Unidos y la Unión Europea no llegasen a un acuerdo para resolver sus diferencias sobre las subvenciones otorgadas por parte del gobierno estadounidense a Boeing. La reacción adoptada por EE. UU. repercute negativamente en otros sectores, con la entrada en vigor del nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD). España ha pasado a integrar un grupo creciente de naciones cuyos impuestos digitales, con argumentos casi idénticos, han sido declarados discriminatorios contra las empresas norteamericanas.
Como resultado de esta situación, el 26 de marzo de 2021, el representante comercial de EEUU anunció una propuesta de castigo de imponer un 25% de arancel a la importación de productos de Austria, India, Italia, España, Turquía y Reino Unido, con respecto al impuesto a los servicios digitales de cada país. Los porcentajes arancelarios propuestos estarían directamente vinculados al importe de los impuestos sobre los servicios digitales que se estima cada país recaude de las empresas estadounidenses.
Esta situación ha conllevado que EE. UU. imponga aranceles a la importación de todo tipo de productos. El calzado de España, Italia y Reino Unido se ve especialmente afectado. En el caso de España los productos incluidos son marroquinería, calzado, sombrerería y cristalería.
Incremento de los precios al consumidor
En el caso del calzado el arancel alcanzaría un 35% y del 37,5%. Un incremento en el precio inasumible para el consumidor.
El presidente de la Asociación Española de Componentes para el Calzado (AEC) considera que, esta grave situación unida al deterioro de la industria por la caída del consumo, “conlleva que los pedidos ya comprometidos pueden ser cancelados temporalmente e incluso definitivamente en el caso que los aranceles sean impuestos. Un hecho que supone una catástrofe para un sector modélico que sufre la desidia por parte de nuestros gobernantes”.
Estados Unidos sigue siendo el principal importador de calzado del mundo. En 2020, Estados Unidos compró 3.557.025 pares de calzado, por valor de más de 151,5 millones euros, de los que el 90% procede de Alicante.
Desde AEC subrayan que esta situación puede conllevar un efecto dominó en el sector del calzado español, afectando no solo al fabricante de calzado, sino a toda la industria auxiliar de los componentes para el calzado.
La preocupación de los fabricantes es máxima. Si dicho arancel se llega a imponer se perderán contratos, inversiones y puestos de trabajo.
Por ello, representantes de FICE, AEC y AVECAL se reunieron con la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero, para transmitirle su preocupación al respecto, el 30 de marzo.
Rodríguez-Piñero, vocal de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamente europeo, manifestó su compromiso de mediar ante la Comisión para que se gestionase la supresión y trabas arancelarias con terceros países. Se refirió especialmente a E.E.U.U y la India.
Desde AEC afirman: “Si esto no se soluciona, nos veremos obligados a adoptar medidas determinantes y exigir responsabilidades”.
